Mi nombre es Jorge Favio Lobo Romero
Nací en Turrialba, el 12 de agosto de 1929
Tengo 84 años
Mi mamá se llamaba Enriqueta Lobo
...
Nací en Turrialba, el 12 de agosto de 1929
Tengo 84 años
Mi mamá se llamaba Enriqueta Lobo
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No conocí a mi padre, tenía 6 meses en el vientre de mi madre cuando lo mataron.
Antes de mi había un hermano, el mayor, que se llamaba Ramón,el fue chofer en el Sanatorio Las Mercedes. Tengo otra hermana Olga Lobo.
Estudie en la escuela de Guapiles.
A los catorce años me vine para Río Azul pues mi madre y padrastro ya se habían venido, yo había quedado con mi abuela en Guapiles.
La vida mía fue un poquito dura, por falta de mi padre.
A los quince años me fui para Parrita a sembrar banano, después regrese, estuve un tiempo acá y volvía irme, esta vez para Limón a trabajar en cacao por que aquí se ganaba muy poco.
Tengo setenta años de vivir en Río Azul, recuerdo que había una que otra casa, en la entrada de Churuca había una, después la casa de Francisco Gamboa Mora, después Ernesto Gamboa, en Quebradas Fernando Sánchez y después hasta la finca los Ortuño, nosotros cuando llegamos vivimos en Calle Lizanias, para llegar ahí había que cruzar el río 12 veces, me fui otro tiempo para Guapiles con mi madre, yo quería comprarle una casa a ella, un señor muy bueno me presto una hectárea para sembrar maíz, esa vez por bendición de Dios de agosto a diciembre recogí dieciséis fanegas de maíz, que vendí a ochenta colones la fanega, con el dinero ganado mi madre y yo regresamos a Río Azul y compre la propiedad en la cual vivo.
La vida de antes para el pobre era parecida a la de ahora, ahora todo es caro pero se gana bien, antes todo era barato pero se ganaba mal.
Trabaje en la Ladrillera de Río Azul, en una construcción en Zapote recuerdo que todos los días tenia que viajar a pie hasta allá, también en Productos de Concreto, en el Sanatorio Las Mercedes de guarda, también fui policía en Tres Ríos, en finca Jinesta y Terán, mi ultimo empleo en la Textilera de Río Azul donde me pensioné.
La diversión de nosotros eran los billares, a veces íbamos hasta Desamparados, también acá donde Don Arcelio Seas, era muy fiebre, “que tiempos aquellos” todo era muy sano.
Tuve varias novias, yo era un poquillo “moleston” siempre desde niño jugaba con las mujeres, la maestra me decía ¿por que no juega con hombres? yo le decía para que si el chiste es jugar con las mujeres, por eso digo que era “molestoncillo”
Disfrute mucho mi juventud.
Me case a la edad detreinta años, mi primera esposa era de Puriscal, el cual murió a los cuatro años de casados, con ella tuve dos mujeres y un varón, una de las niñas murió el mismo día que mi esposa, los niños que me quedaron Ramón Jesús y Maria Otilia mi mamá se quedo viéndolos, pero un año depuse murió mi madre, los niños los tuve que llevar con la otra abuela quien los termino criar.
A los dos años de toda esta tragedia conocí a la que hoy es mi esposa doña Graciela Valverde Sibaja, ella venia de Toledo de Acosta, con ella procreé tres hijos Marvin, Dania y Henry.
En la iglesia de San Antonio tengo tres eventos importantes, el funeral de mi primera esposa, el funeral de mi mamá y el matrimonio con “chela”.
Lo mas lindo de Río Azul es que tengo muchas amistades y creo que soy gente, pues vivo y dejo vivir, estoy contento en este lugar.
Jorge Favio Lobo Romero
Antes de mi había un hermano, el mayor, que se llamaba Ramón,el fue chofer en el Sanatorio Las Mercedes. Tengo otra hermana Olga Lobo.
Estudie en la escuela de Guapiles.
A los catorce años me vine para Río Azul pues mi madre y padrastro ya se habían venido, yo había quedado con mi abuela en Guapiles.
La vida mía fue un poquito dura, por falta de mi padre.
A los quince años me fui para Parrita a sembrar banano, después regrese, estuve un tiempo acá y volvía irme, esta vez para Limón a trabajar en cacao por que aquí se ganaba muy poco.
Tengo setenta años de vivir en Río Azul, recuerdo que había una que otra casa, en la entrada de Churuca había una, después la casa de Francisco Gamboa Mora, después Ernesto Gamboa, en Quebradas Fernando Sánchez y después hasta la finca los Ortuño, nosotros cuando llegamos vivimos en Calle Lizanias, para llegar ahí había que cruzar el río 12 veces, me fui otro tiempo para Guapiles con mi madre, yo quería comprarle una casa a ella, un señor muy bueno me presto una hectárea para sembrar maíz, esa vez por bendición de Dios de agosto a diciembre recogí dieciséis fanegas de maíz, que vendí a ochenta colones la fanega, con el dinero ganado mi madre y yo regresamos a Río Azul y compre la propiedad en la cual vivo.
La vida de antes para el pobre era parecida a la de ahora, ahora todo es caro pero se gana bien, antes todo era barato pero se ganaba mal.
Trabaje en la Ladrillera de Río Azul, en una construcción en Zapote recuerdo que todos los días tenia que viajar a pie hasta allá, también en Productos de Concreto, en el Sanatorio Las Mercedes de guarda, también fui policía en Tres Ríos, en finca Jinesta y Terán, mi ultimo empleo en la Textilera de Río Azul donde me pensioné.
La diversión de nosotros eran los billares, a veces íbamos hasta Desamparados, también acá donde Don Arcelio Seas, era muy fiebre, “que tiempos aquellos” todo era muy sano.
Tuve varias novias, yo era un poquillo “moleston” siempre desde niño jugaba con las mujeres, la maestra me decía ¿por que no juega con hombres? yo le decía para que si el chiste es jugar con las mujeres, por eso digo que era “molestoncillo”
Disfrute mucho mi juventud.
Me case a la edad detreinta años, mi primera esposa era de Puriscal, el cual murió a los cuatro años de casados, con ella tuve dos mujeres y un varón, una de las niñas murió el mismo día que mi esposa, los niños que me quedaron Ramón Jesús y Maria Otilia mi mamá se quedo viéndolos, pero un año depuse murió mi madre, los niños los tuve que llevar con la otra abuela quien los termino criar.
A los dos años de toda esta tragedia conocí a la que hoy es mi esposa doña Graciela Valverde Sibaja, ella venia de Toledo de Acosta, con ella procreé tres hijos Marvin, Dania y Henry.
En la iglesia de San Antonio tengo tres eventos importantes, el funeral de mi primera esposa, el funeral de mi mamá y el matrimonio con “chela”.
Lo mas lindo de Río Azul es que tengo muchas amistades y creo que soy gente, pues vivo y dejo vivir, estoy contento en este lugar.
Jorge Favio Lobo Romero
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