Rio Azul

Distrito número ocho, del cantón de la unión de la Provincia de Cartago, reconocido como tal desde 1968, pero con mas 100 años de existencia como caserío.
Limita al norte con San Diego, Al sur con el Guarco,,Patarrá, Fatima y Desamparados, al oeste con la Colina de Tirrases de Curridabat.
Sus linderos se inician en el Alto de Coris y terminan en Calle Churuca.

El nombre de Rio Azul se debe a las transparentes aguas de un rio que atravesaba el lugar, aun corre un pequeño riachuelo definiendo el limite entre Rio Azul y San Antonio, La Unión y Desamparados, Cartago y San José.

viernes, 16 de octubre de 2020

Padre José María Seas Chinchilla

 

Mi nombre es: José María Seas Chinchilla

Papá, Arcelio Seas Navarro     

Mamá, Ortelina Chinchilla Castro

Nací en Hospital Central San José

Crecí en Rio Azul

Fecha de nacimiento el 26 de mayo de 1957

Hermanos 21. Pero murieron 6

Vivos: Urbino, Digna, Teresa, Idaly, Carmen, María, Yadira, Nuria, Oven, William, Gerardo, Trino, Álvaro, Martin y Miguel.

 Estuve en la escuela a los 7 años en primer grado en Patarra, la primer maestra fue Carmencita Obando, segundo grado lo hice en Rio Azul, tercer grado en Patarra, 4,5,6 grado en Rio Azul, el colegio lo hice en Cartago, en el Santo Domingo Sabio ubicado en el Molino de Cartago, en un internado desde los doce años, fui motivado por la maestra de religión de sexto grado, la Niña  Virginia Cortez Castillo, quien vive toda vía, ella fue el instrumento de Dios que me llevo al sacerdocio, mis papás hicieron un sacrificio grande para llevarme a Cartago, ahí empecé la secundaria regido por los Salesianos,  la orden que pertenecía el Padre Juan Gamboa, en mi infancia me encantaba jugar aventuras, como subirme a los árboles, nadar en los ríos, hacer pozas sin permiso de mis papás, era un niño que me gustaban las apuestas, jugar bola, siempre andaba descalzo y con los de dedos todos chollados, jugaba en mecate a ser Tarzan a  Batman y todo ese mundo de fantasía que todo niño sueña. También jugaba trompos, cromos, escondidos, quedo,  aquellos juegos  que antes lo disfrutábamos, que  momentos más lindos, también reventar cohetes o bombas todo eso me gustaba. Las chiquillas también me gustaban pero sabía escoger, cuando iba para Patarra a la edad de ocho años paso una chiquilla y me hecho un piropo y yo me enoje mucho quise decirle una palabra ofensiva y le dije: no han salido de la cuna y ya enamorando, también me enamore de una niña, una vez vino a visitarme yo estaba con paperas y me daba vergüenza que pasara al cuatro donde estaba, pero mis hermanas la pasaban para molestarme, esa era la competencia de los niños ver cual niño besa a una niña

Mi casa era un hogar Cristiano, donde todos los días se rezaba el Santo Rosario, mi madre nos llamaba  a todos no por nombre, como éramos tantos con palmadas, para que entráramos a la casa a rezar.

 Una vez mi madrecita me castigo cuando yo venía de la escuela, iba detrás de un camión corriendo, alguien le paso el chisme a mi madre, allá venia su hijo Josecito tratando de subirse a un cajón de un camión y me castigo, yo le dije mamá quien le conto? y me dijo un pajarito, como estaba tan niño no supe interpretar al día siguiente con una flecha buscando el pajarito , entre otras castigadas por mentiroso especialmente cuando me iba a bañar a las pozas.

¿Cuándo nació lo del sacerdocio?

Aprendí de mamá el amor a Jesús Y María, desde los 6 años aprendí a rezar en público, una vez que murió una señora en el pueblo mi mamá  no podía hacer el novenario y me mando a mí y toda la gente decía ¿Dónde está el rezador? y algunos  contestaban es ese niño, no me veían pero si me oían, yo sentado en una sillita con un rosarito con los pies guindando x que no llegaba al suelo, ¡no puede ser ese es el rezador!, ya me van escuchar pensaba yo, me ganaba las felicitaciones , la admiración y después el cafecito con arracache. Ahí ya estaba la semillita sembrada por un lado bailaba y por otro rezaba, no se podía saber que iba ser de ese niño, a los doce años dos semanas para terminar mi sexto grado vino la maestra Virginia Cortez Castillo, era una maestra bien atractiva una hermosa rubia y dando clases de religión viene ella y pregunta ¿Quién quiere ser sacerdote? no sé si por quedar bien con ella pero yo dije yo quiero, levante la mano yo no entendí nada de qué era eso solo entendí que adiós noviazgo, adiós chiquillas, adiós bailes y entregarse a Dios , Yo llegue corriendo  donde mi mamá y le dije, mamá,  la niña pregunto ¿Quién quiere ser sacerdote? y yo levante la mano, mamá me dice ay papá ¿y usted quiere eso?, mamá ¡yo si quiero!, dígale a papá a ver que dice, papá es el que tiene que pagar, él decía ay no puede ser, somos tan pobres y cuesta mucho, mamá empezó a defenderme, papá decía tantos han entrado y han salido, mamá decía: entre cien uno, pero pude ser, y papá dijo dígale a Josesito que de alguna manera hacemos,  ya que era muy caro el internando, fui a buscar a la chiquilla que me gustaba y a contarle la decisión  nueva que tenía y le dije, fíjese que me voy a ir a Cartago a estudiar para sacerdote, me dice pero ¿puedo ir a visitarlo allá? y le dije ahí no permiten mujeres, unos días después no sé por qué me hizo un regalo de despedida, me regalo una medallita donde venía una figura de una iglesia, no lo entendí en ese momento, pero después si, como diciendo ¡ella será tu esposa!,

Pagaron mes a mes mis estudios a puro esfuerzo, estando en el internado me hizo mucha falta mamá y me pegaba unas lloradas, me hacía falta el agua dulce, el beso de mamá, la familia, me pegaba noches solito, estaba muy pequeño, 12 años, me sentía muy triste en medio de muchos niños, sentí que me mandaron castigado, me entro una nostalgia, me metía a los baños a llorar, cuando me iba a acostar debajo de las cobijas porque me daba vergüenza que me vieran los demás niños llorando  y pensaba quiero decirle a mamá que me lleve, ya no voy a seguir mas, ella me visitaba cada domingo, pero ella llegaba tan contenta y feliz de ir al seminario que yo por no hacerla sentir mal no le decía nada y me guardaba todo el dolor, cuando se venían ellos de la visita era peor la soledad, ahí si me culpaba yo y me decía, ¿Por qué no le dije que ya me quiero ir?, así me paso varios domingos, al segundo mes ya no pude soportar y le dije, mamá  ya me quiero ir y solté a llorar, las madres son sabias, con un instinto se me quedo viendo con una sonrisa y me dice, las puertas de la casa están abiertas, ¡que madre!, ¡qué lindo!, usted está aquí porque usted lo pidió, vea lo que le ha costado a tu papá y a mi hacerte caso, y me hizo sentirme seguro de una decisión que yo mismo había tomado, eso sí, acabo de pagar el mes, vea lo que cuesta, eran 50 colones por mes, era mucho dinero en el año 69, vamos hacer esto, termina el mes vengo yo y te llevo y punto, eso me alivio tanto el alma y el corazón,  algo mágico ocurrió en mi corazón, ese niño triste desapareció, empezó una gran alegría, me sentí tan importante porque yo había tomado una decisión que  empecé a jugar de todo cosa que no lo hacía, al final del mes viene mi mamá y me lleva pero que paso, mamá se había dado cuenta del milagro, no me pregunto si yo quería irme, llego a pagar el siguiente mes por que vio un cambio en mí y yo tampoco le dije nos vamos, una transformación que me acople bien a ese mundo, ahí me quede cuatro años x que el quinto fue una prueba, me dice un Padre, ahora vas a estar un año con mujeres o pierde la vocación o se fortalece más, me fui para el Liceo Samuel Sáenz de Heredia, una clase diferente donde veía compañeros y compañeras, soy sincero las muchachas se portaron muy bien muy respetuosas ninguna me puso zancadillas para hacerme caer, “tentaciones”. pero los varones si metieron zancadillas, yo llegaba a la clase después del recreo me sentaba  y no me daba cuenta que los varones con los ojos puestos en mi a ver que reacción ponía, abría el cuaderno me topaba una hermosa mujer desnuda, la metían en el cuaderno y me ponían una frase ¡Seas despierta!, lo que te estás perdiendo, ya yo llegaba con cierto nerviosismo a sentarme y ahora que me espera decía, yo no me enojaba tampoco, los entendía eran jóvenes, y más bien me hice amigos de ellos , los fines de semana organizaban bailes pero prefería irme en bicicleta a bajar manzanas de rosa a pasear y jugar futbolín, una año pase en ese lugar.

Ese fue un año tan especial que fue de salir de un ambiente tan cerrado del seminario aun lugar tan abierto donde había tentaciones, ahí estaba el camino mío o me enamoraba o me hacía sacerdote, confieso que si me gustaba, ahí tengo nombres de fulanitas muy bonitas pero me abstuve a decirles porque si lo tomaban en serio no sé.

Me mandaron para Guatemala porque ahí estaban los estudios superiores para ser sacerdote Salesiano no  había acá, hice muchas veces ese viaje por Tica Bus cruzando todas las fronteras tres días de viaje para llegar allá, viví un gran terremoto que pensaron mis familiares que yo había muerto, después de dos o tres meses se dieron cuenta que aún estaba con vida.

Me ordene el 15 de agosto de 1985 en Guatemala, fueron mis padres un hermano y una familia representado a Rio Azul de apellido Godínez Arguedas, cuando llegue a Costa Rica dos buses me fueron a recibir y en San Antonio me bajaron y desde allá hasta acá en una fiesta enorme recibiendo al nuevo sacerdote de  Comunidad.

¿Padre a usted lo han herido?

 Si, si la verdad sí, es parte de nuestra vida y he llegado después de treinta años como dicen en Guatemala, no nos creamos que somos el ombligo del mundo, hay gente que nos quiere y hay quien no nos quiere, no nos creamos que por ser sacerdote todo el mundo te va a recibir, a esta altura ya sé que hay desprecio, que hay rechazo que hay indiferencia, y que uno llega a caer  mal, no todo el mundo te va aplaudir, te va a querer, yo sé que hay quien me da la espalda, y duele porque somos de carne y hueso, y entonces es bueno para mi orgullo, eso es una dosis de humildad y aceptar eso ayuda, uno mismo tiene que luchar contra la cólera y el orgullo, tampoco a Jesús lo recibieron y le aplaudieron, los sacerdotes tenemos que ser fuertes, también aprender a similar el rechazo y que digan ustedes son homosexuales y te insultan, duele, cuando te lo dicen y uno no tiene que andar defendiendo un momento que uno tiene que quedarse calladito digan lo que digan más cuando se corre que alguno cayó y se generaliza, dicen todos, los curas son iguales, y no, cada uno tiene su historia.

A mí me costó mucho llegar a la meta yo estudiaba mucho, y hasta con un foco debajo de las cobijas estudiaba para no molestar a nadie, también era bueno para jugar futbol, me llamaban cabecita de oro por los goles que hacía de cabeza, mi equipo preferido es Cartago.

Me gusta mucho la música, toco guitarra, marimba, piano entre otros, me encanta cantar, escribo bien el inglés y francés me encanta el latín y el griego y el idioma indígena donde estoy actualmente el keachi en ese idioma doy la misa y predico.

Las anécdotas que me han pasado son con los borrachitos cuando estoy dando misa, yo les digo ya los atiendo, un momento, entre tantas cosas que han pasado con viejitas y con jóvenes y niños. Hay misas movidas, tristes, en la calle en la montaña.

¿Cuál es el momento más duro que ha pasado?

 Cuando Dios se llevó a mis padres, acaso yo tenía esposa e hijos, yo sé que tengo una familia, al Pueblo de Dios, pero los padres son irremplazables.

El momento más alegre fueron los títulos y los ganes de los exámenes.

El más importante fue cuando me ordene como Sacerdote después de tanto esfuerzo y tantas cosas que había pasado.

¿Cree que ha hecho lo suficiente?

Valoro el trabajo que ha hecho mis padres pero entre lágrimas y sonrisas me he preguntado qué hecho, yo no he fundado ningún Templo, yo no he hecho lo suficiente pero me consuela matrimonios que he unido, siento que no hecho lo suficiente porque hay  mucho que hacer, pero como dice la biblia yo soy un siervo inútil, le pido a Dios que me dé la oportunidad de hacer más cosas pero me esfuerzo para mejorar y llevar el evangelio de Dios a todo el que lo necesite.

Mi sueño es la tarea pastoral, ser fiel hasta la muerte, a pesar que yo tuve la tentación de dejarlo todo yo hable con los superiores y tengo una carta como testimonio donde yo solicite, no abandonar a Jesús, soy discípulo del Señor hasta la muerte eso no, pero si salir de la congregación yo me sentí encerrado en instituciones en códigos  y todo entonces yo solicite lo mande a los superiores entonces me dieron un año, yo Salí un año, acabo de entrar, por supuesto no me fui con mujeres ni cosas así, me fui a reflexionar un año solo en una casita a la par de un rio parecía un ermitaño para meditar mi decisión,  ahora volví otra vez a mi mundo con los Salesianos me estoy incorporando, me han recibido después de valorar y reforzar mi vocación la elección divina, Dios me ha escogido.

A los jóvenes de Rio Azul, les digo que quiero volver a este pueblo y dedicarme a ellos porque no me conocen y no los conozco, he trabajado mucho fuera, pero mi deseo es venir y ayudarlos a caminar hacia Jesús, el superior me dijo, te voy a prestar a Rio Azul para que trabajes un tiempo con ellos y espero que se haga realidad para venir acá y luchar juntos.

Padre Sea, este pueblo te espera con los brazos abiertos y ojala que se haga realidad tu regreso, nuestro pueblo necesita gente como usted que le inyecta energía, alegría y conocimiento para mejorar nuestra juventud, te queremos y felicitamos por los 30 años de vida Sacerdotal, que                Dios te bendiga y proteja donde quiera que estés.

https://www.youtube.com/watch?v=Qc_lxdLIrbI&t=90s 


https://www.youtube.com/watch?v=supiieuR0eM&t=456s