Rio Azul

Distrito número ocho, del cantón de la unión de la Provincia de Cartago, reconocido como tal desde 1968, pero con mas 100 años de existencia como caserío.
Limita al norte con San Diego, Al sur con el Guarco,,Patarrá, Fatima y Desamparados, al oeste con la Colina de Tirrases de Curridabat.
Sus linderos se inician en el Alto de Coris y terminan en Calle Churuca.

El nombre de Rio Azul se debe a las transparentes aguas de un rio que atravesaba el lugar, aun corre un pequeño riachuelo definiendo el limite entre Rio Azul y San Antonio, La Unión y Desamparados, Cartago y San José.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Testimonio de vida de Carlos Tencio Tencio un ex -drogadicto de Río Azul

Mi nombre es Carlos Tencio Tencio, conocido como “Chochoni”. Nací el 12 de julio de 1963.
Quiero contarles mi vida para que niños y jóvenes conozcan mi historia, quizás les ayude a reflexionar a todos aquellos que se encuentran sumergidos en el flagelo de las drogas.
Desnudaré mi vida y reviviré el dolor que durante muchos años atrás sentí, para que sepan que con Dios todo se puede.
Es una historia bastante fuerte. Desde muy niño, a los 12 años, comencé a consumir drogas y lo más duro: pedí dinero en las calles. Fui despreciado por la sociedad.
Mi niñez fue muy dura, me crié solo con mi mamá y mi abuela. Como tenía más hermanos, estudié hasta segundo grado de la escuela, según yo para ayudar a mi madre con la responsabilidad de los otros hermanos. Así lo hice algunos días, pero tenía un gran resentimiento con mi papá. Yo supe quién era él, pero nunca se responsabilizó de mí, ni siquiera quiso verme, eso generó un gran rencor en mi corazón que cada día se hacía más grande.
En un momento sentí que no tenía obligación de cuidar a mis hermanos, ni nada de eso, decidí para entonces refugiarme en un camino que creí conveniente. Fue cuando la chusma me recibió, como la familia que necesitaba, empecé a ver la forma de ellos, las cosas que hacían, la libertad que tenían, me gustó y me involucré. Por eso digo que es muy importante siempre la instrucción de los padres y todo lo que es académico, pero primero que todo lo espiritual: Dios es lo más importante.
Uno siempre tiene que estar ocupado en algo constructivo para no tener tiempo de pensar en lo malo, si no hay instrucción se buscan otras formas de matar el tiempo, tal como en mi caso, mi madre era mujer sola, trabajaba, yo quedaba con la libertad de hacer lo que quisiera, ese momento era donde ocupaba hacer algo y fue muy fácil buscar lo malo. Como dice el dicho “una mente desocupada es nido del diablo”, para las cosas malas sobra gente que te ayude. Ahora pienso en el tiempo que pude aprovechar en mi bienestar, lo desaproveché con los malditos vicios, esa mala decisión me costó enorme dolor, adoptar como familia la famosa chusma del momento, ellos fueron mis maestros, mi escuela y aprendí a sentirme orgulloso de lo que hacía.
Yo empecé a consumir la droga no porque alguien me embarcara, fui yo el que insistió meterme en esto por mi propio gusto y placer. Buscaba el vicio porque realmente lo quería, obligué a otro drogadicto para que me la diera para probar por primera vez un cigarrillo de marihuana, de hecho, no aguanté mucho, con poco ya me sentía acelerado y asustado. Lo hice con otro amigo, después me gustó y seguimos consumiendo. Poco después nos unimos a lo que llamábamos la chusma, donde había de todo: consumidores y vendedores.
Era tanta la necesidad que trabajaba poco y consumía mucho, no me quedó más que robar. A los 14
años empecé a distribuir droga en Río Azul, para entonces tenía trabajo en Productos de Concreto
pero renuncié, ya que lo que ganaba en 15 días en la fábrica me lo ganaba en tres días con la droga.
Durante muchos años este fue mi negocio, empecé a tener problemas ya que en lugar de venderla
me la consumía yo. Cuando tenía que pagar no tenía el dinero, los jefes me amenazaban y me
golpeaban, me obligaban a pagar la deuda con más distribución; eso era una presión enorme para
mí y no me quedaba más que salir a robar y asaltar a quien se pusiera en mi camino.
Por esos años empezó a salir al mercado la cocaína, las pajillas por lo que el negocio se intensificó y
peor aún el consumo. Casi no lo vendía por consumirla, empecé a tener problemas con la ley por
tanto robo. Por la distribución era normal estar detenido, debido a esto, incluso robos que yo no
había hecho me los achacaban a mí injustamente, uno de ellos fue a la Iglesia Católica, robo que yo
nunca había hecho, no tenía nada que ver en eso pero mi fama era tan mala que lo más fácil era
decir que fui yo.
Cada día me consumía más en el vicio, vinieron más drogas: el pegamento, las pastillas y los hongos.
Formamos un plan con mujeres, las utilizábamos como carnada para asaltar a los hombres, fue tanto
el desorden que tenía en mi vida que sin darme cuenta ya era un indigente, pues no tenía una pisca
de dignidad.
En todo esto la que más sufría era mi madre que me veía como un esqueleto, no hay forma de
describirme, usaba el pelo largo, llegaba a la casa de mi madre y familia y todo lo que se pusiera en
mi vista me lo robaba. Mi familia, con toda la razón, ya no me quería ni deseaba que llegara a casa.
Recuerdo que a mi viejita la dejé varias veces sin comer, la platica que se ganaba producto de su
trabajo se la robaba. En el momento por la desesperación no me daba cuenta de lo que hacía pero
cuando me pasaba el efecto me sentía perro desgraciado, después de varias veces de hacerlo me
daba lo mismo, se me iba haciendo el corazón de piedra, era normal robarle a mi familia y vecinos
y asaltar hasta a los viejitos.
Sentía que la vida mía no valía nada, por eso me arriesgaba a todo. Me decía la gente que me iban
a matar pero era como que me dijeran “tome este plato de comida”, ya había tocado fondo, lo único
que me interesaba era buscar el dinero a como hubiera lugar para conseguir la droga.
La primera vez que caí en la cárcel me agarraron con 50 puros de marihuana. Estuve tres meses en
Cartago, fue muy triste, casi no recibí visitas, todo lo que viví en ese lugar fue muy duro, pero todo
apenas empezaba. Cuando salí de la cárcel, me sentía orgulloso de haber conocido el “Tabo”, según
yo, me sentía más poderoso, más hombre, fue algo tan estúpido, pero en ese momento en lugar de
reflexionar salí más malo, aunque por dentro sentía mucho dolor y pena conmigo mismo. Mi fama
se agrandó en todo Río Azul como vendedor y distribuidor de droga. Empecé a meter en el vicio a
todos los chamacos que conocía, les enseñaba cómo preparar la coca y envolver los cigarros de
marihuana, eso me servía a mí para mi negocio, más clientes, no me importaba el daño que le hacía
a ellos y a sus familiares.
Siempre, aún ganando mucho dinero con la droga, tenía que asaltar o robar, cuando se tiene el vicio
nunca es suficiente y la plata se hace agua, era tanta hambre que tenía que obligatoriamente tenía
que robar o quitarle a la gente lo que traía. Adopté el robo como un trabajo. A los narcos los llamaba
jefes, quienes muchas veces me dieron unas palizas porque me fumaba la droga y no tenía después
como pagarles, pero me las ingeniaba para seguir con ellos pagando con la misma distribución. Era
tan mala mi salud que mi jefe me dijo que ya no me daba más droga pues toda me la consumía, él
mismo me dijo: - mejor jale, pues usted no dura mucho, se va a morir y me sacaron del negocio.
Fue un duro golpe… ahora ¿qué hacía? Me refugié en el alcohol y la piedra, ya con eso tenía cuatro
vicios que mantener: cigarro, marihuana, piedra y alcohol y ni un colón para comprarlos. Era raro,
el vicio de las mujeres no lo tenía, pues no tenía tiempo ni para pensar en eso, mi único interés era
la droga. El flagelo más grande para mí era la piedra, es algo insaciable, no es como tener sed que
se quita tomando agua, la piedra te pide más y más y hay que hacer lo que sea para tenerla. Es tal
que lo lleva a un nivel que a uno no le importa el aspecto personal, yo no me bañaba, la gente no se
me acercaba por asco, el pelo lo llegué a tener por los hombros y lleno de piojos, pero a mí no me
importaba, ni me interesaba lo que pensaban de mí, ya era un indigente, ya no había algo peor,
estaba en el fondo.
Recuerdo un mes de junio en las fiestas de San Juan en Patarrá, ese día me pegué una borrachera
que no podía ni caminar. A como pude llegué al cuarto que tenía en Pueblo Nuevo y vi la puerta
abierta, de pronto salió alguien vestido de negro, que empezó a pegarme fuertísimo, fue tanto que
no se me veía la cara de sangre, abusó sexualmente de mí, yo no podía defenderme, estaba muy
ebrio. Después me tiró a un charral por la plaza y le prendió fuego al rancho. Luego me di cuenta
que le habían dicho que yo le había robado una marihuana y una grabadora, él buscó en mi cuarto
y al no encontrar nada, en su enojo me agredió. Pasé varios días en el hospital.
Él fue uno de mis “amigos”, se dio cuenta que yo no había hecho el robo y repetidamente me pedía
perdón. Él tenía miedo que yo tomara venganza, no niego que estuve a punto de mandarlo a otro
planeta pero como ya conocía la cárcel me dio miedo y no hice nada.
Después de eso me sentí como un gusano, para mí la vida no valía nada y solo quería morirme, el
vicio fue mi refugio y compañero. Como no tenía ya donde vivir me fui para Quebradas, donde me
recibió en su casa mi mejor amigo, que también tenía problemas con el vicio, como estaba más cerca
de las fincas me iba con ellos a coger café.
Un día decidí volver otra vez a Pueblo Nuevo. Casi llegando, un señor que vendía carne se me cruzó
en frente y sin saber por qué, me atacó, no me quedó más que defenderme y también le pegué.
Continúe caminado pero un amigo del señor salió con un machete, el cual me lo pegó en el cuello,
como puse las manos para cubrirme la cabeza me dio repetidamente en ellas. Ese día recibí 14
machetazos en varias partes de mi cuerpo. La gente que había alrededor gritaba y creían que ya
estaba muerto pues ni siquiera me movía, fue hasta que llegó el Poder Judicial y vieron que yo tenía
pulso, aún estaba vivo, ya después no recuerdo nada. Fue hasta en el hospital cuando desperté en
la unidad de cuidados intensivos, tenía un pulmón perforado y mi cuerpo parecía un trapo todo
remendado.
Duré dos semanas en el hospital, al salir vi de nuevo la realidad pero nunca pensé en Dios y menos
en la nueva oportunidad que me había dado, solo pensaba la forma que me iba a vengar. La ira y el
odio se apoderaron de mí, podía tener todos los requisitos que necesitaba una persona para matar
sin remordimiento. Apenas pude caminar busqué lo que tanto ocupaba: la droga.
Seguí haciéndome y haciendo daño, tomé la decisión de volver a Quebradas, cansado de todo esto,
quería buscarme un trabajo para cambiar un poco la vida que llevaba, ya me pesaba demasiado,
aún no entiendo cómo pude superar tanto y cargar tan gran peso.
Un día, tomándonos unos guaros a las orillas de una Iglesia evangélica que hay en Quebradas,
apareció un amigo que asiste a esa iglesia quien me invitó a un culto, no sé por qué pero acepté su
invitación. Me dio trabajo y empezó a hablarme de la Palabra de Dios. Poco a poco me fui acercando,
me sentía bien, sobre todo tranquilo, esto era como cuando uno tiene mucho calor y le ponen un
abanico que empieza uno a sentir sabroso. Estando ahí pensaba y recordaba todo lo que me había
sucedido, comparaba la vida de antes y la del momento y veía la gran diferencia.
No era fácil el cambio, pues el demonio no me quería soltar. Aun asistiendo a la iglesia, los vicios
existían en mí y sobre todo la gente que me quería hacer tropezar. En mi desesperación rogaba a
Dios que me sacara de esta esclavitud, yo le decía: - Señor yo no nací para llevar esta vida, tú me
mandaste para ser libre. Yo sabía que él me escuchaba pero no sabía cómo escucharlo a él.
Empecé a comprender que con Dios la cosas eran diferentes y solo él podía darme la paz que hace
muchos años buscaba. Fue en el año 1997 cuando tomé la decisión de dejar los vicios
definitivamente, le dije Señor: - Acá está mi carga ya no la quiero más, la cambio por tu cruz,
permíteme caminar contigo. Ese día el Señor tomó mi vida y yo se la di.
¡Mi vida era otra, la dignidad volvió a mí y con ella la salud y la felicidad!
Qué grande es mi Dios y que bueno, él sabía que me faltaba algo, alguien con quien compartir mi
felicidad y me premió sin merecerlo con una gran mujer: Marianela Alvarado, aún más con dos hijos,
¿qué más podía pedir yo? En un año Dios me dio todo lo que hoy es mi tesoro, hoy oramos juntos y
pedimos al Señor por todos los que están sumergidos en la esclavitud de los vicios.
Quise contarles esto para decirles a todos los que en este momento están en las drogas y quieren
dejarlas, que sí se puede, hay una salida, que Dios es misericordioso, solamente hay que dejarlo
entrar en nuestras vidas, porque él siempre está con nosotros y soy testigo de ello, en mis tiempos
difíciles nunca me abandonó y no me dejó morir.
Así como llevé gente al vicio, hoy puedo recomendarte a Jesucristo, el único que puede cambiarte
y darte la verdadera felicidad.
Hoy en día me dedico a que mis hijos tengan lo que nunca tuve, o lo que nunca supe que podía
tener. Ellos son mi orgullo, el verlos crecer tan sanos me alegra el corazón.
Gracias Dios por tu infinita misericordia.

Rio Azul Pueblo Querido!


domingo, 29 de julio de 2018

Historia de Río Azul


Historia de la comunidad de Rio Azul 
Nuestra historia empieza a finales de los años 1800 en la  finca "Las Mercedes",  propiedad del Gobierno, comprada al Dr. Guatemalteco don Antonio Cruz Polanco, el 13 de Julio de 1896, en 140.000 pesos,  sitio que reúne todas las condiciones apetecibles para un hospital de leprosos.
Desde 1902 y hasta 1914 el médico director del Lazareto fue el Dr. Elías Rojas, quien desde muchos años atrás mantuvo gran interés en este tipo de pacientes. Para la inauguración del Sanatorio "Las Mercedes", él fungía como su director, mostrando gran interés por dar un cambio al tratamiento de sus pacientes y lograr su erradicación.
En relación con el nombre "Las Mercedes", es importante, aclarar que no fue impuesto por la donación del terreno por parte de la señorita Mercedes, hermana del Dr. Cruz Polanco; sino, porque ella, ya fallecido su hermano, permitió que los trámites necesarios fueran realizados por parte del gobierno, sin tomar en cuenta un litigio que el Dr. Cruz, tenía, con el gobierno, desde 1896, sobre la distribución de la suma pagada por el mismo. Si ella no hubiera intervenido no se hubiera logrado el acuerdo amigable, sucedido el 16 de Noviembre de 1905 y posiblemente no se hubiera instalado el Asilo en ese lugar.
En 1908, fue trasladado el Asilo de Leprosos a la Finca "Las Mercedes" La ubicación geográfica del Sanatorio Las Mercedes es muy indefinida. Está entre las provincias de San José y Cartago. A principios de siglo XX, su ubicación se consideró siempre en Tres Ríos. Este lugar ha sido comprendido hasta nuestros días, que la Finca era parte del Cantón de Curridabat. El asiento propiamente dicho del Sanatorio era: Cantón de Curridabat, distrito 4° o Tirrases y la finca en casi su totalidad, está localizada en la Provincia de Cartago, porque pertenece al Cantón de La Unión, distrito 8° o Río Azul. De ahí la ambigüedad y la confusión de nombres, cuando se ha tratado de localizar el Sanatorio Las Mercedes en División Territorial de la República.
Cabe resaltar que los cerros (Asilo) donde se ubica el relleno sanitario y  (Loma de Gobierno) donde se ubica Linda Vista comprendían la finca las Mercedes, mismos que se utilizaban para labores agrícolas y ganaderas para dar alimento a los enfermos del leprosorio.
Lazareto Las Mercedes

 Para dar mantenimiento y soporte se contrataron personas de diferentes lugares del país para trabajar la finca, la historia nos dice que muchos de los empleados fueron favorecidos con pequeños tractos de terreno que los dono el mandador de la misma.
Primera lecheria de Don "nano" Murillo


Es curioso que gran parte de migrantes venían de Santa María de Dota y San Marcos de Tarrazú, mejor decir de la Zona de los Santos.
Nos cuentan los abuelos que hubo gente que trabajo en el lazareto que se enamoraron de los enfermos y se casaron, claro ya para entonces la enfermedad se había logrado controlar.
Casas que usaban los enfermos de lepra que se lograban casar entre si.

Es por eso que nos atrevemos a mencionar que prácticamente fue aquí en ese lugar donde comienza a escribirse la historia de nuestro pueblo ya que los primeros pobladores llegaron a trabajar y se quedaron, fue así como se empezaron abrir trechos, era tan difícil los caminos que para llegar a Calle Mesen había que cruzar la quebrada 13 veces, por ello el nombre de Quebradas.

Los primeros ´pobladores habitaron casas de madera y de barro, con pisos de tierra, grandes corredores y techos de tejas.
Para 1939 la ocupación principal consistió en elaborar carbón, como peones de fincas de café o  como bolleros trasladando productos agrícolas a San José.
Don Victor Gamboa "tato" conocido bollero de nuestro pueblo.

Una de las primeras industrias fue la Ladrillera de Rio Azul, propiedad de don Ernesto Gamboa.
En 1941 ya existía una pulpería propiedad de don “negro Valentín” hoy pulpería KTICA.
El comercio principalmente se realizaba con Desamparados y San José. Entre los años 1939 y 1956 la calle principal era de piedra, se contaba con 14 casas, la mayoría sobre la calle.
Así se mantuvo esos años, siendo el principal medio de transporte, la carreta.
No fue hasta el año 1970 que los pobladores de Rio Azul tuvieron servicio de transporte público (autobús) el cual tenía una ruta de paso por Desamparados.
Como se mencionó anteriormente las familias que habitaban Rio Azul eran agricultores, muchos de ellos dedicados al cultivo de café. El terreno donde se encuentra ubicada la escuela, el estadio y otros era una finca de café conocida como (Chilamate).
Finca Chilamate, hoy en día en este lugar se encuentra el Estadio de Río Azul, en la fotografía aparece Carlos Navarro y parte de la familia Seas.

Para 1954 donde hoy es el Parque de la Libertad era una finca de recreo, conocida como finca Azul, su dueño era don Gonzalo Monge Rojas y para esa época no existía agua potable por lo que muchas personas aprovechaban para bañarse en esta finca.


El nombre de Rio Azul se debe a las transparentes aguas que había en un riachuelo que nace o nacía donde hoy se ubica el relleno sanitario, para mejor señalarlo la quebrada que pasa por caserío Churuca, es ilógico que el rio que nos identifica sea la quebrada más contaminada de la zona pues acarrea gran cantidad de lixiviados.

La primera escuela que existió en el distrito de Río Azul se ubicó en la casa de Don Francisco Gamboa (conocido como Don Chico), la cual no tenía nombre, por tanto era conocida como escuela de Río Azul.. Fue en el año 1943
En el año 1950 la escuela se construye totalmente de madera con dos aulas con piso de tierra. El primer maestro y director fue el señor Claudio Mata, ya que la escuela en sus inicios era de tipo unidocente. No se contaba con agua potable ni electricidad en la escuela ni en el pueblo de Río Azul.

Primera escuela de Río Azul

En el año 1952   se dan las primeras misas para nuestra comunidad al no haber un templo, se ofrecían en ranchitos tapado con hojas para cubrirse del sol.
1952 Primeras misas
 El sacerdote venia de Tres Ríos y mejor aún ya contábamos con un sacerdote rioazuleño el Padre Juan Gamboa.
Padre Juan Gamboa
No fue hasta el año 1956 que se construyó el primer templo terreno donado por don Ernesto Gamboa.
Interior del templo
Exterior del templo



11 DE FEBRERO 1955      Visita Rio Azul Monseñor Ruben Odio,  ese día fue tan especial para la comunidad, toda una fiesta ya que era la primera vez que alguien tan importante nos visitaba, no fue la última, registramos varias visitas pues era muy amigo de la familia Gamboa.


27 DE ENERO 1957 se realiza el primer  turno en Rio Azul celebrando el día del Santo Patrono de nuestra comunidad San Juan Bosco.
Primer turno realizado, apreciamos en la foto al Padre Juan Gamboa y algunos vecinos del pueblo.

 En febrero del año 1962 por cuestiones de cercanía, en  lo relacionado a la religión, ya que era un poco incómodo para los sacerdotes viajar hasta Rio Azul desde Tres Ríos , nos unimos a la Parroquia de San Antonio de Desamparados.
6 de noviembre de 1959 llega la electricidad a Rio Azul
12 DE SETIEMBRE DE 1965  se inaugura la cañería 
17  de julio de 1968 se convierte el caserío de Rio Azul en el Distrito número ocho del cantón de la Unión, provincia de Cartago.
En el año de 1970 se construyen las primeras 60 viviendas en Linda Vista  por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), denominando a la ciudadela con las iniciales del nombre del instituto que le dio origen.
Un 10 de octubre de 1971, el Señor Manuel Montoya Solano, informa a la comunidad de Rio Azul en  Asamblea General de la Asociación de Desarrollo que el señor Carlos Polini, ofrecía vender parte del terreno ubicado frente a PANEFON, más o menos manzana y media, a razón de 5 colones la vara. Ya se contaba con un dinerito según se dice, faltaban 55000 colones, su precio total de 75000 colones, el cual los vecinos creyeron muy importante comprarlo, su aprobación no se hizo esperar, todos los vecinos trabajaron fuerte para adquirirlo.
Hoy en día se encuentra en ese lugar, la Escuela, estadio, Ebais, Salón Multiuso, Cementerio, entre otros.

El 9 de julio de 1972 se empieza a construir el primer puente, con un costo de 22000 colones, con un aporte de la Asociación de Rio Azul de 3000 colones más mano de obra, Ministerio de Trasporte mayor donador, y la Municipalidad de La Unión con 30 sacos de cemento más dos semanas de planilla para cuatro personas.

Ese mismo año el 8 de mayo la apertura del Relleno Sanitario, se ubicó en los terrenos vendidos por el señor Carlos Polini y en la propiedad del Patronato nacional de leprosos “Las Mercedes”. Esta finca estaba constituida por 115 hectáreas compuestas por bosques de eucalipto, terrenos dedicados a la agricultura y lugares de repasto. 
En ese entonces  los vecinos desconocían el manejo real de un relleno sanitario, las necesidades de contar con algún estudio de impacto ambiental, los posibles peligros que se podrían enfrentar.
En 1973 se dan la primeras manifestaciones de la comunidad en la entrada del basurero, la proliferación de moscas, aves de rapiña, roedores, olores nauseabundos, contaminación ambiental, calles con basura derramada entre otros problemas eran de todos los días.


El 7 de julio de 1974 da inicio la construcción de la carretera Rio Azul – Patarra.  (Productos de Concreto donó los tubos).
1978 Seis familias invaden terrenos construyendo ranchitos en el Alto de las Palomas, así le llamaban a Linda Vista antes de formarse como caserío.
1980 Invaden la zona de Linda Vista 800 familias.  Fue durante la crisis económica de 1980 y 1981 que la gran mayoría de las familias iniciaron su traslado a la zona hoy conocida como Linda Vista, en alusión al lindo panorama que es posible observar desde lo alto del cerro donde está ubicado. Se inicia la apertura de los primeros caminos de barro (trillos).

 La Fundación Caravanas de Buena Voluntad construye un comedor infantil y dona tubería para la extracción de agua de la finca propiedad de Don Beto. Los hombres se dedicaron hacer zanjas por más de cuatro km para llevar este valioso recurso a las alamedas.
Linda Vista se encuentra organizativamente dividida en ocho manzanas de acuerdo a la distribución que realizó el EBAIS, sin embargo la comunidad los conoce como sectores denominados con las letras de la A-F, además del sector conocido como IMAS. Existe a la vez un barrio de más reciente construcción llamado Pueblo Nuevo, ubicado en los límites de Río Azul, al norte de Linda Vista.

1 de marzo de 1981 se hizo realidad el Salón comunal de Rio Azul, después de varios años de su aprobación.



1983 Se establece la primera escuela cristiana de Linda Vista, con 525 infantes, inicia con un colegio pero este último funcionó solo ese año. Ese mismo año Inicia en Linda Vista formalmente el servicio de luz eléctrica. Se dan los primeros pasos del Centro de Salud, ubicado entre Río Azul y Linda Vista.
12 de febrero de 1984, se excluye a Linda Vista de la jurisdicción territorial de Rio Azul (no del distrito, si no del poblado, ya que fundaron su propia Asociación de Desarrollo), -Se colocan las mallas de la Escuela y Centro Nutrición. –Se cierra el famoso (estanco) o CNP donde casi todos los rioazuleños compraban los víveres.
1985 Se asfaltan las primeras calles de Linda Vista y el servicio de buses se inicia con la empresa de transportes  San Antonio de Desamparados.
1987 Comienzan las gestiones para la construcción del Cementerio de Rio Azul. 
Se abre la Iglesia Católica a cargo del Pbro. Fernando. Ese mismo año ocurre el Primer accidente de tránsito en el Cruce de Linda Vista donde murieron 5 personas.

  En Linda Vista
1988-Se construye el Puesto de Salud de Linda Vista.
1992 Se instalan los primeros teléfonos públicos en Linda Vista
1997 El sistema de salud de Linda Vista sufre una modificación al transformarse el Edificio que perteneció a la Fundación Caravanas de Buena Voluntad en lo que actualmente es el EBAIS con cuatro funcionarios.
2000 El agua ya es potable y administrada por Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados (A y A). En Linda Vista.
El 8 de julio del 2005 Nuestro pueblo sufre uno de los desastres más grandes en la historia, cientos de personas refugiadas, decenas de casas destruidas e inundadas, lo más lamentable cuatro muertos.


El 31 de julio del 2007,  día histórico para Rio Azul. A las 5 de la tarde ingresó el último camión con basura, después de 35 años de vivir con este desdeñado vecino.

En el año 2008 se creó el Parque de la Libertad, mismo que se encuentra aún en construcción, está situado en un 75% en Rio Azul y un 25% en Fatima de Desamparados
En el 2009 se realizaron las primeras fiestas con toros en Rio Azul, estuvieron tan buenas que hasta hubo transmisión por televisión.
Hoy tratamos los rioazuleños de mejorar nuestra comunidad sin embargo las relaciones interpersonales se debilitaron y con ello la precariedad de la comunidad ha aumentado de manera significativa.  A raíz de esto, los intentos para llevar a cabo una reunión comunal y solucionar la mayoría de problemas sociales  es casi imposible, el desinterés por parte de los habitantes  es bastante grave y esto conlleva a un deterioro social en manos de la drogadicción, de asaltos hacia los mismos pobladores y necesidades  en el área de salud.